Boca campeón. Hexacampeón. Hoy representa al fútbol argentino en el exterior. Las últimas
visitas a Brasil por torneos internacionales fueron Flamengo 1998 (2-0), Palmeiras 1998 (1-3), Sao Pablo 1999 (1-1), Palmeiras 2000 (0-0), Corinthians 2000 (2-2), Atlético Minerio 2000 (0-2), Vasco 2001 (1-0), Palmeiras (2-2), Vasco 2001 (2-2), Paysandú 2003 (4-2), Santos 2003 (3-1), Sao Caetano 2004 (0-0), Inter 2004 (0-0), Inter 2005 (0-1), Sao Paulo 2006 (2-2) y Gremio 2007 (2-0), el saldo es:
- Partidos jugados: 16
- Partidos ganados: 5
- Partidos empatados: 8
- Partidos perdidos: 3
- Goles a favor: 22
- Goles en contra: 18
- Títulos ganados: Libertadores 2000, Libertadores 2003, Recopa 2006, Libertadores 2007
seguro, solo se equivocó dos veces en esta copa: una fue el gol de Libertad, el único recibido de local.
A Ibarra nunca le sobró la situación, nunca fue desbordado. Sabe el camino de esta copa. En el primer gol de Boca en Porto Alegre es él el que se lleva la marca para dejarle espacio a Román.
Díaz fue una muralla. Hasta se dio el lujo de tirarle un caño a Tuta en la puerta del área. Juega de memoria.
Con Morel vemos el ejemplo de cómo un jugador puede pasar de estar relegado a ser un pulpo. Ya en
El que completa el muro es Clemente, de paso fugaz como su velocidad. Lo mejor: sabe abrir la cancha para ser profundo.
La rueda de auxilio fue Ledesma. De ser casi un ex Boca a marcar goles como el tercero a Saja
en
El más joven forma parte de la columna vertebral: Ever Banega. Empezó con todo pero se quedó. En las finales con Gremio no se enredó con la pelota e le dio salida rápida al medio campo.
Completando el medio campo más joven (el promedio de edad es de 20 años) de un campeón americano está Neri Cardozo. En esta copa no rindió como de costumbre, pero supo recuperar un poco su nivel. Tal vez el punto más flojo de Boca.
La estrella, éste crack que volvió y fue millones es Riquelme. El Mister ya no da asistencias bochinescas, hace goles decisivos. Le cambió la cara a Boca y guió al equipo
por que es otro que sabe el camino.
Dejó de ser un manojo de promesas. Corre todas, marca, obliga al rival a tirar pelotazos. Salvo definir mano a mano, Rodrigo Palacio marca cada vez más la diferencia mejorando sus virtudes. Vuela por los costados y se la juega en el área.
Es como el sol, nadie le presta atención pero siempre está, erró dos penales en esta copa pero hizo el segundo gol vs. Vélez en la ida que fue importantísimo. Hizo el segundo gol vs. Cúcuta que fue importantísimo y dio la asistencia para el gol de Palacio en la primera final. Martín Palermo ya es un optimista del fútbol y de la vida.
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