La amistad no conoce fronteras y parece que tampoco el tiempo, más si se trata de David Barclay, este canadiense que para llegar a las nupcias de su amigo David Best, invirtió más de 2 mil dólares entre pasajes, atuendo y peluquería, además de una prisa incalculable que le impidió inclusive aguardar por una invitación.
De haberlo hecho probablemente habría notado que la fecha del matrimonio en efecto era el 6 de julio, fecha en la cual llegó a Cardiff, Gales, pero no del 2007 sino del 2008, como se encargó de recordarle el futuro novio.
El malentendido comenzó cuando Barclay recibió un mail a principios de este año en el que su amigo entrañable le informaba sobre su decisión de contraer matrimonio el 6 de julio, un anuncio que desencadenó su emoción y que terminó por convertirlo en el asistente más prematuro que recuerde la historia de las uniones nupciales.
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